Clúster de Cine
Clúster Cultural - El cine como marca país
La industria creativa o cultural abarca a las empresas que tienen el talento como insumo principal. Es el cine, la publicidad, la televisión, la animación, los videojuegos, la industria editorial, la música, el diseño, la artesanía, la arquitectura, la web y las aplicaciones móviles. En fin, es de todo aquello que incide en la visualización de nuestras marcas de bienes industriales y que agrega valor a las mismas.
Según la UNESCO, la industria cultural y creativa contribuye en alrededor del 7% de la economía mundial, y entre el 2% y el 8% del PIB de numerosas economías nacionales.
Desde la promulgación de la Ley de Cine en el 2010, y hasta el 2013, se han filmado 37 películas en nuestro país, frente a 101 películas que se filmaron en los 88 años anteriores, desde el 1922. Este es un crecimiento vertiginoso.
El cine, se basa en la creación de riquezas a partir del talento, la propiedad intelectual, la conectividad y, sobre todo, la herencia cultural de nuestra nación, su capacidad productiva, su sociedad, sus aspectos más relevantes que van haciendo de República Dominicana, en aquellos lugares en donde se exhiben nuestros filmes, una marca país apetecible.
El cine no sólo ha crecido sino que tiene un enorme potencial para servir de enclave de todos los sectores productivos, pues se encadena con la agricultura, los servicios financieros, la infraestructura, el turismo, telecomunicaciones, comercio, otros rubros culturales, con la manufactura y con otros muchos sectores más. Pero sobre todo el cine es un medio idóneo para contribuir con la imagen del país, ya que permite presentar las bondades de la nación, nuestros productos, experimentar nuestra música, nuestro arte, nuestro deporte, entre otros. En fin, es una excelente herramienta de exportación y de marca país.
El Consejo Nacional de Competitividad, el Ministerio de Cultura y la Asociación de Industrias lanzamos hoy el Clúster Cultural "El cine como marca país", un punto clave dentro de esta industria cultural o economía naranja que buscará encadenar las ideas que se transforman en bienes y servicios culturales, con un valor en sí mismas, pero también con el valor de poder proyectar lo que somos y hacemos como sector industrial y como nación.