Encadenamientos productivos
Las empresas se encuentran, ante la creciente globalización de los mercados, en una situación cada vez más compleja debido a un cúmulo de factores que se potencian entre sí.
Exportar hoy día, en países como el nuestro, es inevitable para crecer o incluso sobrevivir. Por ello, y con el fin de defenderse mejor en un mercado globalizado y enfrentar la competencia derivada de las aperturas económicas, las empresas han comenzado a poner en práctica nuevas formas de asociación y colaboración, entre las que adquiere un papel cada vez más relevante la formación de clústeres como una de las más viables en un momento de volatilidad económica como el que vivimos.
El clúster, como nueva forma de colaboración y asociatividad constituye una excelente estrategia para seguir creciendo y compitiendo tanto nacional como internacionalmente. Además, es un mecanismo efectivo para articular relaciones y acciones entre gobiernos, empresarios, instituciones académicas y organizaciones ciudadanas.
Esta modalidad empresarial proporciona a las PYME y a las grandes una serie de ventajas que se derivan de la puesta en marcha de una estrategia conjunta. Entre las más importantes podemos citar:
La AIRD, a través del Programa Innovación Industrial: Compitiendo en Rapidez y Flexibilidad (link a la sección), ha desarrollado tres clústers industriales (cacao y derivados, belleza y plásticos) con muy buenos resultados en cada uno y, a través del Programa Innovación Industrial II (link a la sección), fomenta la creación de tres nuevos clústeres: pastas y galletas alimenticias; papel, cartón e industria gráfica; y limpieza.