Palabras de Carlos Rodríguez Alvarez, Director de Proyectos AIRD durante el lanzamiento website ODCI
El comercio exterior es un componente cada vez más decisivo del desarrollo integral de la República Dominicana, de las relaciones socioeconómicas gremiales y se encuentra intrínsecamente vinculado con la formación académica del acervo humano dominicano, tan decisivo para la competitividad del país. En nuestro país existe una creciente demanda de servicios y productos de apoyo ligados a la generación de conocimiento, creación de capacidades, centralización de información académica, difusión de áreas temáticas del comercio exterior, incidencia en las políticas públicas y establecimiento de mecanismos de comunicación estratégica que tienda puentes para ser el vínculo entre la demanda social de conocimientos y la investigación docente.
La AIRD viene enarbolando desde hace varios años la bandera de las exportaciones y además tiene el objetivo de diseminar e impulsar las oportunidades comerciales que beneficien el sector productivo de la República Dominicana que se potencian en los Tratados de Libre Comercio del cual el país es parte y que al mismo modo tengan una incidencia positiva en la competitividad nacional ante los mercados internacionales.
Vivimos una década de profundos cambios en que las políticas industriales activas han quedado rezagadas en un entorno internacional de apertura comercial que fuerza a una competitividad global y que nos obliga a tomar en cuenta las necesidades locales de desarrollo sostenido y sostenible, de equidad social y de competitividad.
Si queremos contar con una base productiva que favorezca la equidad social estamos obligados a que esa base productiva sea competitiva, genere ingresos al país, se cambien las condiciones actuales de nuestra balanza comercial y se superen los déficits que arrastramos como son el déficit cuasi fiscal, el déficit fiscal y el déficit de cuenta corriente.
En República Dominicana mientras el crecimiento del PIB promedió un 6.0% en el período 2005-2012, lamentablemente el crecimiento de las exportaciones en términos reales promedió un 2.0%. Esto contrasta con países exitosos como Taiwán y Corea del Sur cuyo PIB creció en ese mismo período un 4%, pero sus exportaciones crecieron un 6 y 8% respectivamente, o con un ejemplo más cercano a nosotros como Colombia, país el cual después de haber reforzado su política de desarrollo industrial ha logrado que sus exportaciones y su PIB se encuentren creciendo a igual ritmo de 5%.
Lamentablemente, la industria local individualmente, representaba un 21.8% del PIB con la metodología que tomaba como año base el 1991. Con la nueva metodología con el año base del 2007, apenas representó el 11.6% del PIB.
Si analizamos las exportaciones e importaciones de nuestro país nos encontramos con el siguiente panorama: las exportaciones totales alcanzaron en el 2013 US$ 9,503 millones de dólares. Esto representa el 15.7% del PIB de ese año. En el sector industrial, gracias a una agenda que hemos desarrollado, fue posible un crecimiento de un 5.0% a partir del 2008 sin embargo nuestras importaciones crecieron 60% más que las exportaciones en ese período.
En el caso de Estados Unidos, hemos pasado de una balanza comercial positiva en el año 2000 de 26.13 millones de dólares a un déficit comercial cercano a 3 mil millones de dólares en el año 2013. Este déficit no se debe a que hemos reducido nuestras exportaciones hacia Estados Unidos, es que las importaciones provenientes de ese país se han incrementado en un 56%.
Con Centroamérica el panorama no es tan distinto: pasamos de un déficit de 70.6 millones de dólares en el 2000 a 207.09 en el 2013. Aunque registramos una reducción significativa del déficit a partir del 2011, pues en el 2010 llegamos a los 341.7 millones.
El resultado es un déficit comercial con la mayoría de nuestros socios.
En cuanto al déficit de cuenta corriente, se ha incrementado significativamente, llegando a alcanzar en algunos años cifras de más de 4 mil millones de dólares.
Para financiar este gran déficit el país ha tenido que acudir a mayores endeudamientos, lo que ha provocado que los niveles de deuda pública del sector no financiero como proporción del PIB casi se triplicaran desde el 2000 al 2013.
Lo que deberíamos estar fomentando es que las exportaciones se tripliquen como porcentaje del PIB y no la deuda que castiga las finanzas de nuestros hijos. Como han hecho a través de los años muchos países.
A pesar de que hemos realizado cientos de estudios y pactado acciones para apoyar los sectores productivos, nuestros problemas estructurales siguen ahí, guiados por un modelo económico que prioriza el endeudamiento, los sectores de servicios y las importaciones vs. la producción.
En el 2012, celebramos el Segundo Congreso de la Industria en el que actualizamos la Política Industrial Dominicana 2012-2017. Fue un rico proceso que reunió en mesas de discusiones al sector de la industria nacional, de las zonas francas, del Gobierno y de las academias. Muchas fueron los objetivos, las propuestas y los acuerdos.
República Dominicana es un país lleno de oportunidades que cuenta con una economía diversificada, con una ubicación geográfica privilegiada, con una estabilidad económica, política y laboral que muchos envidiarían y con recursos naturales valiosos que nos permiten una producción agrícola importante, proveer minerales y ofrecer zonas paradisíacas para el turismo y sobre todo un sector industrial consciente de estas realidades que afinca sus raíces y apuesta al país.
Es posible un futuro de mayor bienestar y oportunidades, a través de la construcción de un país industrializado, pujante y lleno de orgullo por lo que somos capaces de hacer, por nuestras realizaciones. Un país en el cual se minimice la pobreza, se genere una mayor igualdad de oportunidades, impere la ley y aumente la productividad nacional.
Es por todo esto que la AIRD apuesta junto a las demás instituciones que lo conforman, al trabajo que realiza y el rol qye puede jugar el ODCI para fomentar el crecimiento de las exportaciones, generar conocimiento y difundir acontecimientos relevantes en materia de comercio exterior.