La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) ha planteado en reiteradas ocasiones la necesidad de la equidad en el desarrollo económico y social de la nación. De hecho, a nuestro entender el desarrollo sostenible al que aspiramos es imposible sin la igualdad de género, pues esta es un elemento fundamental sin el cual no puede hablarse de un Estado democrático y de derechos en República Dominicana.

El tema de la igualdad se plasma en declaraciones, posiciones de principio, acuerdos y planes de trabajo conjunto. Sin embargo, estos no son más que la expresión de una voluntad y una práctica que, al final de cuenta importan más.

En ese sentido, estamos muy satisfechos de esta iniciativa del Ministerio de la Mujer, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Consejo Nacional de Competitividad y el Ministerio de Trabajo llamada "Sellos de Igualdad de Género: Sistema de Gestión de Igualdad de Género en las Empresas y Organizaciones" y lo estamos porque se trata de acompañar a empresas e instituciones en poner en práctica pautas, criterios, principios que contribuyan a incrementar la igualdad.

Se trata de establecer un modelo, un sistema, que incremente la competitividad y promueva acciones y políticas a nivel público y privado para eliminar brechas de género e incrementar las oportunidades laborales equitativas entre mujeres y hombres. Prácticas que eliminen las brechas y promuevan la igualdad de oportunidades y condiciones laborales para hombres y mujeres.

El trabajo nos define en gran manera como seres humanos. Sin embargo, los datos revelan profundas desigualdades en el ámbito laboral entre hombres y mujeres, por lo que las empresas constituyen un foco fundamental a la hora de establecer políticas y programas que contribuyan a incrementar la igualdad de género a la que aspiramos.

Como todo Sello, este instrumento contará con normas bien específicas, mecanismos de certificación del sello, auditores comprometidos en su verificación, capacitación de empleados en el modelo½ es decir, todo un sistema que contribuirá al objetivo de la igualdad de género.

La meta en que un número creciente de empresas se incorpore al sello y que, como país, nos incorporemos a la Comunidad de "Sellos de Igualdad de Género" al cual ya se han sumado otros doce países en los cuales más de 1,400 empresas han sido certificadas.

Es una oportunidad para compartir las mejores prácticas desde las empresas que concilien la vida familiar, laboral y personal con lo social, compartir prácticas que mejoren la productividad y la competitividad desde las oportunidades en igualdad de género, así como  estrategias para combatir el acoso laboral y sexual en las empresas.

El sello tiene varios niveles, lo cual nos será explicado más adelante en detalles: bronce, plata, oro y platino. No se trata de ser más o ser menos, sino más bien de admitir que es un proceso de mejora continua, de alerta continua.

Vivimos en medio de incertidumbres porque lo que debieran ser derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la seguridad, al bienestar de nuestras familias, se muestran frágiles, vulnerables y vulnerados por la propia dinámica social e incluso por quienes se supone debieran ser garantes de dichos derechos. Con este sello se pretende reducir la vulnerabilidad al interior de las instituciones y las empresas.

Concluyo indicando que toda mujer está llamada a ser mujer de éxito. Nos ha tocado ser mujeres en un contexto muy especial, en una sociedad en donde ciertamente la agresión contra nosotras es una constante, en donde la desigualdad, a pesar de los avances, todavía impera, pero también en una sociedad en que nuestra posición es cada vez más privilegiada para ser las artífices de un país distinto.

Un sistema de gestión que favorezca la igualdad de género al interior de las empresas es una excelente contribución a ese país distinto que soñamos. La AIRD se compromete a motivar a sus empresas a sumarse a estos sellos y a explicar la importancia de los mismos para la competitividad nacional e internacional. El Sello es una muestra de que la igualdad está llamada a ser algo más que palabras½