Clima de Inversión y Seguridad ciudadana. Participación Campos De Moya, Presidente AIRD en el Diálogo FUNGLODE
Clima de Inversión y Seguridad ciudadana.
Participación Campos De Moya, Presidente AIRD en el Diálogo FUNGLODE
El origen moderno del concepto «seguridad ciudadana» es consecuencia directa de otro concepto del siglo XVIII al inicio de la Edad Contemporánea: el orden público.
Este es un concepto liberal que aparece en el artículo 9 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, documento fundamental de la Revolución Francesa:
Nadie puede ser inquietado por sus opiniones, incluso las religiosas, siempre y cuando su manifestación no altere el orden público establecido por la ley.
El artículo cuatro del mismo documento relaciona la libertad individual con este concepto:
La libertad consiste en poder hacer todo lo que no sea perjudicial al otro. Así, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tienen otro límite que aquellos que aseguren a los otros miembros de la sociedad el disfrute de estos mismos derechos; estos límites sólo pueden estar determinados por la ley.
La consecuencia es nadie puede hacer nada que sea perjudicial a los demás.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) define la seguridad ciudadana como la inexistencia de violencia y delito, salvaguardada por el Estado.
Por su parte el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aporta una definición inicial calificando la seguridad ciudadana de aquella seguridad humana que previene contra el delito súbito contra las personas y su patrimonio:
"La seguridad ciudadana es una modalidad específica de la seguridad humana, que puede ser definida inicialmente como la protección universal contra el delito violento o predatorio. Seguridad ciudadana es la protección de ciertas opciones u oportunidades de todas las personas --su vida, su integridad, su patrimonio-- contra un tipo específico de riesgo (el delito) que altera en forma "súbita y dolorosa" la vida cotidiana de las víctimas.
De ahí que seguridad ciudadana y clima de inversión están íntimamente atados.
En líneas generales, por seguridad ciudadana debe entenderse el conjunto de acciones democráticas en pro de la seguridad de los habitantes y de sus bienes, y ajustadas al derecho de cada país.
La autoridad es así ejercida por los poderes públicos y de ahí la importancia de la separación de los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Además debemos agregar la importancia de los Ministerios del Interior y Policía, los tribunales de justicia, fuerzas policiales y la capacidad de poner al infractor en disposición de la autoridad judicial.
En nuestro país, estamos preocupados por la Seguridad Ciudadana y el clima de inversión y es así como el Presidente Danilo Medina, en su discurso de toma de posesión el 16 de agosto pasado, planteó algunas propuestas e ideas sobre la seguridad ciudadana que quiero reiterar a continuación:
El Presidente expresó un especial énfasis en este segundo mandato "en la protección y la seguridad de la población" e indicó que ya cuenta con un marco legal más moderno y eficiente, que incluye la ley para la reforma de la Policía Nacional y otras iniciativas esenciales, como son la ley de tenencia de armas, la de extinción de dominio y la ley que creó el 9-1-1.
Indicó que este marco legal sería complementado con mejor entrenamiento, equipamiento y dignificación salarial para nuestros agentes y una fuerte apuesta por el uso de la tecnología.
Expresó que la seguridad ciudadana no le concierne únicamente a la policía y que apostaba a un abordaje integral, que incluye acciones coordinadas de los servicios sociales, el sector privado y la ciudadanía.
Prometió acelerar la implementación del Plan de Seguridad, para llevar tranquilidad a las familias dominicanas. Y cito: "Vamos a conquistar, día a día, la seguridad en nuestras ciudades, en nuestros barrios y en el interior de los hogares dominicanos".
El Presidente Medina evidenció que esta muy consciente de la preocupación de la ciudadanía por la seguridad ciudadana.
¿Qué vínculo existe entre el clima de inversión y la seguridad ciudadana?
El Presidente también resaltó en su discurso que "el notable desempeño de la economía dominicana se reflejó en una caída significativa del nivel de riesgo país, indicador por excelencia asociado a la percepción de riesgo de los inversionistas internacionales sobre la seguridad de una economía, situándose el mismo por debajo del promedio de la región".
Debo enfatizar que desde el Segundo Trimestre del 2013 a la fecha el Índice de Confianza Industrial, una herramienta desarrollada y manejada directamente por la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) ha mostrado un comportamiento positivo.
Los industriales hemos tenido esa percepción. Sin embargo, también hemos planteado que, además de la confianza que es un capital que hemos depositado en el país y en el trabajo conjunto con el Gobierno, hay también elementos clave del clima de inversión que es importante tomar en cuenta para garantizar la necesaria seguridad jurídica que fortalezca esa confianza manifestada.
Atentan contra ella los excesivos trámites burocráticos, la suplantación de funciones entre entidades públicas lo cual fue abordado también por el presidente Medina refiriéndose, por ejemplo, al caso del transporte, la inseguridad jurídica en el sector inmobiliario, el incumplimiento de algunas leyes vigentes, imposiciones de arbitrios, lo cual se resume en un concepto: debilidad institucional.
En el Segundo Congreso de la Industria Dominicana, la AIRD planteó lo institucional como un tema clave para fortalecer el clima de negocios en el país.
Soy de la opinión de que hemos avanzado. Aunque es evidente que el Gobierno es consciente de que hay todavía muchos aspectos en los cuales mejorar y la evidencia, como he citado, la da el propio Presidente Medina al proponerse unificar a las instituciones que intervienen en el tema del transporte. En ese mismo renglón, clima de negocios favorable también significa que pueda haber competencia en el transporte de carga y no un monopolio impuesto por la fuerza.
La seguridad ciudadana es considerada como una condición clave para propiciar el clima de confianza necesario al desenvolvimiento de las actividades sociales y económicas, que posibilitan el desarrollo económico y social sostenido.
Los indicadores macroeconómicos animan la inversión extranjera. Al empresariado local esta estabilidad le inyecta un espíritu positivo, factores nada despreciables y fundamentales a la hora de definir lo que es un saludable clima de inversión. Sin embargo, esto por si solo no es suficiente.
La seguridad ciudadana es un fenómeno social complejo, multidimensional y multi-causal, que debe ser abordado desde diversos aspectos en forma simultánea. La inseguridad, la violencia y el delito son problemas que requieren un tratamiento integral de mediano y largo plazo.
Un planteamiento fundamental que hago entonces -repito, no lineal, pero parte de la complejidad- es que a un mejor clima de negocios, el fortalecimiento de la estabilidad económica y el mejoramiento de los indicadores sociales, especialmente en el área de salud y educación, contribuye a mejorar el clima de seguridad ciudadana.
En otras palabras: en la medida en que podamos mejorar la calidad de nuestra educación e incrementar significativamente el nivel de empleos formales y de calidad, estaremos contribuyendo a incrementar dos de los factores que inciden en un determinado tipo de delincuencia.
Quiero finalmente presentar un concepto relacionado. La "seguridad empresarial" en el sentido de que hacer negocios en República Dominicana, grandes o pequeños, no se convierta en un riesgo muy alto, aunque siempre hay riesgo, pues ser empresario es arriesgar, es emprender).
La pregunta en este ámbito sectorial será siempre: cuáles elementos incrementan el riesgo de hacer negocios y, por lo tanto, la "inseguridad empresarial". Los empresarios también tenemos derecho a sentirnos seguros en nuestra actividad, independientemente de que nos vaya bien o nos vaya mal en la apuesta que hacemos que es, en definitiva, una apuesta por el país.
Es necesario que nuestras inversiones sean respetadas, que nuestras deudas sean pagadas, que podamos dedicarnos a crear riqueza y empleos dignos y que la misma sea compartida por los inversionistas, trabajadores, obreros, la cadena de suministro y el Estado.
Quiero terminar esta presentación reiterando la importancia que tiene para el sector industrial, productor, inversor la continuidad del Estado. En ese sentido quiero recordarles que en el año 1995, el Gobierno que terminaba el Presidente Joaquín Balaguer sometió al Congreso Nacional la Ley de Inversión Extranjera, la cual fue promulgada ese mismo año. Sin embargo, quedaba pendiente la preparación y aprobación de su Reglamento para fines de aplicación.
En 1996, el Presidente Leonel Fernández Reyna fue electo Presidente de la República y de inmediato el nuevo Gobierno asumió la importante Ley y preparó el Reglamento necesario convirtiendo, con la aplicación de esta ley, a la Republica Dominicana en el país más atractivo para la inversión extranjera de toda la región.
Hoy día vemos las estadísticas económicas y financieras de nuestro país liderando a los países del Caribe y Centroamérica. Este tipo de acciones, que reflejan la importancia y necesidad de dar continuidad a las diferentes iniciativas y compromisos del Estado, contribuyen a fortalecer la seguridad ciudadana, jurídica y empresarial de nuestro país.
Muchas gracias.