Industrialización, única vía para salir del subdesarrollo
Esbozo del discurso pronunciado con motivo del Día de la Industria Nacional
La República Dominicana está ante una oportunidad única: la posibilidad de una nueva era de industrialización en que puedan asociarse la transformación tecnológica y productiva, ambientalmente amigable, capaz de generar empleos de calidad con la posibilidad de sostener el crecimiento económico que hemos tenido en los últimos 20 años. Es necesario tomar conciencia de que la transformación del modelo económico dominicano está llamada a hacer de la industria la punta de lanza de este desarrollo.
El país tiene el desafío de constituirse en una sociedad en que la innovación sea estimulada, en que cerrarse a las formas más eficientes de hacer las cosas sea visto como un "pecado capital" que solo lleva a la improductividad y al deterioro. En que las industrias trabajen en nuevos productos para las necesidades de los mercados, nuevos procesos para ser más eficientes, nuevas reglas laborales más flexibles, así como nuevas formas de organizarse y de generar servicios. Es una obligación compartida y compartidos son también sus frutos.
Existen diversos desafíos para hacer real esta nueva era de la industrialización: el incremento permanente de la productividad en un marco de políticas públicas que la favorezcan, el lograr que las academias tengan la obsesión de formar para la producción, incrementar significativamente el nivel de crédito al sector industrial en un marco de reglas que lo faciliten para la banca pública y privada.
Además, es un reto la articulación entre empresas en enlaces productivos, la internacionalización de las empresas, el desarrollo de capacidades públicas logrando que las instituciones del Estado se conviertan en facilitadora de la producción nacional, valoren cada medida a la luz de consolidar el aparato productivo -tanto de bienes como de servicios- y, sin contravenir las reglas y acuerdos internacionales, rompan con el sesgo pro-importador que parece primar hoy en día.
Para países como el República Dominicana la clave para la industrialización es planificar y aprender a aprovechar oportunidades tecnológicas y medidas que están disponibles en el resto del mundo. Tener la capacidad política para dirigir o redirigir recursos hacia los actores capaces de lograr grandes transformaciones y de no apoyarlos si es necesario.
Si estas son las características que los expertos consideran determinan una estrategia industrial exitosa, es necesario realizar una mirada a lo que ha sucedido en el país en áreas como la política comercial, asignación de recursos y financiamiento, inversión extranjera y compras gubernamentales.
Política comercial:
Después de dar término a la política de sustitución de importaciones en la década de los 70s, y de haber apoyado una incipiente industrialización a través de instrumentos financieros y otros incentivos, República Dominicana abrió sus fronteras sin haber definido estrategias intersectoriales, de valor agregado y sin ninguna estrategia de política industrial. El resultado: un proceso de desindustrialización cada vez más profundo que es necesario revertir, un incremento significativo de las importaciones, un congelamiento en las fuentes de empleos formales y un déficit comercial cada vez más elevado.
Una verdadera política comercial no es aquella que sólo se enfoca en visualizar oportunidades de acceso a mercados externos, sino también y sobre todo a defender la producción nacional y el mercado interno. El Gobierno declaró este año el "Año del Fomento a las Exportaciones". Sin embargo, no se gana nada si las exportaciones se duplican, pero las importaciones se multiplican por veinte. Es necesaria la conciencia de que lo que se produce aquí genera empleos aquí, genera impuestos aquí, mueve la economía de aquí y ahorra divisas al país.
La política comercial no es más que una lucha por disminuir los déficits comerciales de los países. Esto no debe perderse de vista.
Asignación de recursos y financiamiento
La ausencia de instrumentos financieros de desarrollo a largo plazo y de apoyo financiero a la tecnología, la innovación, a la maquinaria industrial o matching grants, han retrasado el desarrollo industrial dominicano. Otras economías, más granes, cuentan con estos instrumentos y hasta se ufanan de otorgar subsidios directos a algunos de sus sectores productivos.
Los beneficios de estos instrumentos están a la vista. Por ejemplo, puede verificarse cómo aumentó el crédito industrial con la medida tomada el año pasado por la Junta Monetaria de disminución del encaje legal a los sectores productivos o mirar muchos más lejos el efecto positivo en la industria de los prestamos FIDE.
También es necesario analizar el impacto de las políticas de tributación frente a las importaciones, la informalidad, la evasión y el contrabando, pues la industria es uno de los sectores con mayor nivel de presión tributaria.
Cualquier incremento impositivo desmesurado puede crear una desventaja comparativa frente a las importaciones. La competencia no es local es global y por ello debemos analizar el impacto que tienen las medidas administrativas en la competitividad de las industrias. Por ejemplo, impedir la devolución o el crédito del ITBIS pagado por los productores cuando venden productos sin ITBIS sería colocar al productor nacional en una competencia desleal frente al importador de un bien exento.
Atracción de inversión extranjera
Una política industrial debe contar con una estrategia clara de atracción de inversiones que promuevan el desarrollo local, la innovación, la transferencia de conocimiento, el valor agregado y el ahorro de divisas, a través de los encadenamientos productivos. Así, por ejemplo, para vender desde una industria nacional sin ITBIS a una empresa ubicada en un régimen fiscal especial como zona franca u hotel, la industria debe solicitar más de 4 permisos y agotar un proceso que puede durar hasta 60 días, mientras que esa misma empresa de zona franca o ese hotel puede importar ese bien sin ITBIS y arancel en un solo día, con sólo digitar su régimen fiscal en el sistema de aduanas.
Para sacar más provecho de la inversión extranjera directa es importante adoptar políticas administrativas, fiscales y formativas locales orientadas a que las empresas nacionales puedan suplir eficientemente y con mayores estándares de calidad a las empresas extranjeras.
Las compras gubernamentales
Los expertos coinciden en que un elemento central del desarrollo productivo de las naciones se encuentra en las estrategias y acciones tomadas por los gobiernos en las compras gubernamentales. No queremos dejar entrever que queremos acciones proteccionistas, lo que queremos es que se tome en cuenta el desarrollo productivo en todas las decisiones del Estado, sobre todo en las compras gubernamentales. Por ejemplo, una decisión académica positiva como la tomada por el Ministerio de Educación de cambiar los uniformes para adecuarlos a las tendencias educativas, debería hacerse tomando en cuenta el fortalecimiento de nuestro aparato productivo. Debería haber un acompañamiento y proceso gradual para lograr que ese cambio se realice conjuntamente con la adecuación de las empresas textiles, sobre todo las PYMES. Lo mismo debería hacerse con las compras de medicamentos para los hospitales y equipos y muebles para escuelas, entre muchas otras posibles.
Estamos a la puerta del Tercer Congreso Industrial, de lo cual anunciaremos detalles próximamente. Sin embargo, desde ahora hemos de decir que el éxito del Congreso y las posibilidades de empujar una nueva industrialización es una tarea de todos.
Página institucional AIRD-El Dinero
Abril 2018