Un balance necesario: El sector industrial se prepara unido para el 3er Congreso
El sector industrial de República Dominicana, junto a sus organizaciones representativas: la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA), con el apoyo de diversas institucionales estatales: Ministerio de la Presidencia, Ministerio de Industria, Comercio y MIPYMES (MICM), Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (PROINDUSTRIA), Consejo Nacional de Competitividad, celebraron en el 2012 el 2do. Congreso de la Industria Dominicana, un rico proceso de formulación de propuestas de acciones y políticas que orientó la búsqueda de competitividad durante los últimos seis años.
Ahora el sector se encuentra inmerso en el 3er Congreso Industrial, bajo el lema de "Productividad + Inclusión + Sostenibilidad" el cual se inició el pasado mes de mayo. No es un evento, es un proceso participativo, marcado por la capacidad de análisis y propuestas y por la certeza de los actores involucrados de que el desarrollo industrial es un ancla clave del desarrollo sostenible de República Dominicana.
Sin embargo, se requiere evaluar el avance, el camino recorrido, las dificultades encontradas, que fue lo que hicieron los actores involucrados en este 3er Congreso Industrial, revisando las metas trazadas y el punto en que se encuentran dichas metas al día de hoy.
Empleos
En cuanto a la generación de empleo, algunos indicadores quedaron muy rezagados, mientras que otros se acercaron a la propuesta del Congreso que asumió, a su vez, parte de las formuladas por la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Así, por ejemplo, el Congreso asumió que era posible alcanzar un 46.9% de empleo en el sector formal. Al 2017 este indicador se ubicó en 46.3 (aunque es necesario recordar que hubo un cambio de metodología en torno a este indicador por parte del Banco Central).
El sector manufacturero planteó que, contando con la implementación de las medidas formuladas por el Congreso, era factible generar unos 300,000 nuevos empleos. Lo cierto es que en este indicador el comportamiento fue muy poco significativo, pues apenas se generaron 23,791 nuevos empleos (es decir, apenas un 7.9% del total aspirado).
Así, por ejemplo, el Congreso asumió que era posible alcanzar un 46.9% de empleo en el sector formal. Al 2017 este indicador se ubicó en 46.3 (aunque es necesario recordar que hubo un cambio de metodología en torno a este indicador por parte del Banco Central). El sector manufacturero planteó que, contando con la implementación de las medidas formuladas por el Congreso, era factible generar unos 300,000 nuevos empleos. Lo cierto es que en este indicador el comportamiento fue muy poco significativo, pues apenas se generaron 23,791 nuevos empleos (es decir, apenas un 7.9% del total aspirado).
El 2do Congreso valoró factible alcanzar los US$20,000 millones en exportaciones de bienes (de 8,362 exportado en el 2011). Al 2017 se exportó un 50.6% de la meta, es decir, 10,121 millones. En el 2016 las exportaciones dominicanas apenas representaban el 0.06% de las exportaciones mundiales, quedándose el país por debajo del 0.08% aspirado.
El crecimiento del PIB industrial mostró una tendencia positiva en este período, aunque insuficiente. El PIB total creció 64.5% (2011-2017), mientras que la industria creció 55.3%, pero se destaca que la manufactura local quedó rezagada con 37.9%, mientras que las zonas francas alcanzaron un 59.5%.
Un comportamiento positivo mostró la Inversión Extranjera Directa (IED), para la cual el Segundo Congreso asumió lo planteado por la END: que fuese mayor a 1,700 millones de dólares por año. El gráfico muestra el comportamiento y muestra que en el 2017 prácticamente duplicó esa cantidad, pues alcanzó los 3,570 millones de dólares. Un elemento crítico planteado por la AIRD ha sido de que debe fomentarse que dicha inversión priorice sectores que se encadenen con la industria local.
Un punto en que el país debe mejorar y que afecta el desempeño del sector industrial es el relativo al Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial. La propuesta de los participantes del 2do Congreso era ubicar el país en 4.1 para el 2015. No se ha alcanzado los 4.0 en ninguno de los años y en el 2017 se ubicó en 3.87, siendo diversas las áreas de mejora.
En la actividad también se pasó balance a las principales acciones propuestas por el pasado Congreso a partir de los ejes estratégicos que fueron determinados entonces como clave:
1. Política comercial, exportación y producción sostenible;
2. Financiamiento para el desarrollo;
3. Encadenamientos productivos;
4. Infraestructura;
5. Fomento del empleo formal;
6. Capital humano e I+D+i;
7. Apoyo institucional al sector manufacturero.
Es evidente que la marcha general ha sido lenta y también es evidente que un sólido y dinámico sector industrial es clave para el desarrollo sostenible de la nación.
Hacia el 3er Congreso Industrial
El 3er. Congreso Industrial se trata de un proceso integral que toma en cuenta a los diversos sectores económicos, políticos y sociales que inciden sobre la industria en el país. Participan asociaciones industriales, empresas, parques y asociaciones de zonas francas, instituciones del Gobierno, representantes de partidos políticos, ayuntamientos, legisladores, universidades. Además, sindicatos, técnicos y expertos en diversas áreas, así como organismos multilaterales.
Tanto la evaluación de los resultados del 2do. Congreso como la elaboración de propuestas se llevaron a cabo en mesas coordinadas por moderadores quienes facilitaron la participación ordenada de los presentes, con relatores que recogieron el rico aporte que se dio en las mismas.
Los organizadores informaron del calendario a llevar a cabo y de que este proceso concluirá con un acto formal en que se presentarán sus resultados a todo el país.
El 3er. Congreso Industrial se celebra en condiciones internacionales que varían continuamente: La ola de apertura económica está siendo seguida por una ola de proteccionismo y amenazas de una guerra comercial entre gigantes que parecen "atrincherarse" junto a sus empresas, caracterizándose por un accionar de los gobiernos de esas naciones a favor de sus industrias, de sus empleos formales, de su sostenibilidad financiera, de su crecimiento interno.
En estos seis años desde el Segundo Congreso los avances no han sido suficientes. Parecería que, en algunos aspectos, apuntamos más a eventos que a procesos.
Sin embargo, el sector industrial se mantiene esperanzado. Las energías de las industrias de zonas francas y nacionales se mantienen. Se fortalece cada vez más la alianza y hay un ambiente de diálogo entre el sector público y el privado.
Sin industria no hay posibilidad de competitividad internacional, ni de desarrollo de empleos productivos, ni de mejorar nuestra balanza comercial½
Además de participación, es necesaria pasión y propuestas coherentes y sustentadas, mantenerse en el diálogo constructivo, en la discusión, en la búsqueda de compromisos, convencidos de que la industria es progreso, bienestar y desarrollo sostenible para República Dominicana.
Columna Institucional AIRD-El Dinero, junio de 2018