Webinar presenta retos en el proceso de recuperación económica
José Luis De Ramón, Magín Díaz y Roberto Despradel exponen principales características del momento económico.
Marranzini dice hay señales claras para el optimismo
"El sector industrial visualiza señales claras para sostener un sano y prudente optimismo, a pesar de múltiples problemas estructurales que aquejan al país, pero también tanto el sector privado como el sector público hoy están mostrando señales de voluntad para avanzar, para definir estrategias e implementarlas, para mejorar el marco en que producimos y hacemos negocios", expresó Celso Juan Marranzini, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).
Marranzini presentó el webinar "Impacto Económico del COVID-19 : Camino hacia la recuperación" que contó con la participación como panelistas de los economistas José Luis De Ramón, Magín Díaz y Roberto Despradel.
El Presidente de la AIRD indicó que hay un camino un camino hacia el crecimiento económico y el bienestar social y añadió que es posible, desde el sector industrial, impulsar un desarrollo sostenible de la nación que implique un mayor bienestar y calidad de vida para todos.
Al hablar de indicadores positivos, Roberto Despradel indicó que las reservas internacionales del Banco Central se mantienen relativamente altas, trayendo tranquilidad y confianza a los agentes económicos, que el crédito comienza a agilizarse y que hay suficiente liquidez en el sistema facilitando el crédito bancario, junto a una política de tasas de interés baja por parte del Banco Central con el objetivo de dinamizar la producción y el consumo.
José Luis De Ramón señaló que el hecho de que el país se encuentre en un proceso de rebote positivo no debe hacer olvidar problemas estructurales vigentes y que el COVID-19 ha conllevado costos que van más allá de la pérdida del PIB, así como temas sobre los cuales debe mantenerse un alerta tales como las tendencias inflacionarias, el alto precio de los commodities, los niveles de deuda y de intereses de la misma en relación a los ingresos tributarios, entre otros. Afirmó que es necesario abocarse a definir una estrategia y a definir el tipo de Estado que se desea para hablar de reforma fiscal.
Indicó que el apoyo del Banco Central a la recuperación ha tenido un costo fiscal que será necesario pagar, pero esto se ha notado en el empleo en algunos sectores. Señaló que es necesario potenciar sectores como el turismo y el sector industrial y sus exportaciones y reducir las importaciones como forma de reducir el déficit.
Magín Díaz dijo ser optimista en torno a que la economía crecerá. Explicó que, pese a la pandemia, la tasa de pobreza creció muy poco, pero que esto ha tenido un costo en déficit, deuda. Al hablar de la deuda, explicó que el problema no son las tasas de interés, sino que el país recauda poco y que los intereses ya alcanzan el 30% de lo recaudado. Aseguró que al pasar de 15% se enciende un alerta que es necesario considerar.
Los tres economistas plantearon diversos tópicos en cuanto a la posibilidad y características de una reforma fiscal. Este fue un tema tan presente en el panel que Circe Almánzar, vicepresidente ejecutiva de la AIRD, dijo que será necesario un panel o webinar solo para debatir el tema y que éste, probablemente, será objeto de muchos debates.
Todos los participantes, sin embargo, mostraron su acuerdo que cualquier reforma fiscal que se impulse ha de ser el resultado del más amplio proceso de búsqueda de consenso posible y que esta ha de enfocarse, entre otros aspectos, en la equidad tributaria.
El panel ha sido una de las actividades de balance más importante de estos meses y coloca en perspectiva adecuada el proceso de recuperación económica.